martes, 2 de diciembre de 2014

La mujer que dedicó el premio a las guerrilleras

HISTORIAS DE LOS VASCOS

La mujer que dedicó el premio a las guerrilleras

LA MADRILEÑA DOLORES CABRA, LA PRIMERA MUJER QUE RECOGE EL PREMIO POZU FORTUNA, RELATA PARA DEIA SUS VIVENCIAS EN LA CÁRCEL Y DURANTE LA CLANDESTINIDAD
UN REPORTAJE DE IBAN GORRITI - Domingo, 30 de Noviembre de 2014 - Actualizado a las 06:02h
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Dolores Cabra, en Durango, durante la presentación del libro del guerrillero Francisco Martínez, ‘Quico’.
Dolores Cabra, en Durango, durante la presentación del libro del guerrillero Francisco Martínez, ‘Quico’. (Iban Gorriti)
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  • Dolores Cabra, en Durango, durante la presentación del libro del guerrillero Francisco Martínez, ‘Quico’.
DOLORES Cabra ha hecho historia al ser la primera mujer que ha recogido el premio del Foro Pozu Fortuna de Turón (Mieres, Asturias). Hasta la fecha se había entregado a las manos de cinco hombres: Gregorio Dionis, presidente del Equipo Nizkor; el exjuez Baltasar Garzón, el profesor Viçens Navarro, el expreso Marcos Ana y el diputado de ERC, Joan Tardá. Ahora bien, la secretaria general de AGE, Archivo de Guerra y Exilio, puso una condición para hacerlo suyo: recibirlo “en nombre de todas las mujeres antifascistas de ayer, hoy y siempre”. No quería un galardón a su trabajo de memoria y compromiso si no era acompañado de la mención de todas ellas, “las que ya no tienen voz pero nos dejaron su legado y las que siguen en el camino de la historia y la memoria democráticas”, razonaba a DEIA el pasado martes 25-N, Día internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres.
Cabra guarda una conexión muy estrecha con Euskadi. Sus contactos con Euskal Herria nacieron desde que su amiga Josune, con quien vivía en Madrid durante la clandestinidad, fue destinada como maestra al País Vasco. “Iba a verla a menudo y me enamoré del país. A través de su compañero Jesús Naberán conocí a gran número de personas interesantísimas que me dejaron profunda huella, como el inolvidable Bittor Kapanaga, Aita Barandiaran, Jon Irazabal, Amezaga, Xabier Amuriza... con quienes compartí un proyecto cultural fascinante que no llegó a materializarse por quiebra de una editorial donostiarra, y tantísimas otras cosas”, evoca esta mujer que el pasado marzo estuvo en Durango dando una charla junto al guerrillero Quico, dentro de la programación conmemorativa del bombardeo de Durango, organizada por Gerediaga Elkartea.
Dolores Cabra nació en Madrid, en 1952. Vivía con su abuela materna, su padre republicano y su madre humanista y culta. “Recuerdo los animales que mi madre recogía del abandono en aquellos duros años. Me he criado entre animales y plantas. Soy una tenaz defensora de sus derechos y estuve siempre contra la tortura”, agrega. Nunca pisó a un colegio de monjas. Sus primeros pasos en la escuela los dio bajo la tutela de una maestra deportada, Doña Cecilia. Prosiguió sus estudios en el colegio Casa Escuela, mixto, donde vivió sus “primeros amores románticos”. Después recaló en el instituto Beatriz Galindo, en el que ya entró desde la clandestinidad. Uno de los episodios más sonados de su vida llegaría con su detención por repartir propaganda contra los últimos fusilamientos decretados por el régimen franquista. La encarcelaron en Yeserías. “Tenía 23 años y nunca pude imaginar, a pesar de mis militancias clandestinas desde hacía años, el horror que se mascaba y se padecía en aquella terrible DGS. Me cayeron 6 años y un día con la ley antiterrorista, de los que sufrí dos meses por no tener delitos de sangre. Salí el 28 de octubre de 1975, es decir, menos de un mes antes de la muerte del dictador”, rememora.
En la cárcel coincidió con un gran número de mujeres del FRAP, entre ellas las dos condenadas a muerte, María Jesús Dasca (20 años) y Concha Tristán (23 años), “brutalmente torturadas y fallecidas las dos, tan jóvenes”. También coincidió con las compañeras de los detenidos en Carabanchel condenados a muerte. “Allí estábamos todas en esos días de negro terror, las de Terra Lliure, de LCR, MCE, PT, CC.OO.… Y allí vivimos ese fatídico día de los fusilamientos”, lamenta.
Ligada al sindicato CC.OO., trabajó en fábricas químicas y del metal, y al mismo tiempo estudiaba. Así transcurrió su vida desde 1970 hasta 1980. Se diplomó en Archivonomía, Biblioteconomía y Documentación. Comenzó sus trabajos en el Archivo de Protocolos de Madrid, en el que realizó una Guía de Trazas y Dibujos del siglo XVII. Trabajó en varios catálogos en colaboración con la Biblioteca Nacional, codirigió dos editoriales, y tiene una veintena de publicaciones, entre ellas Los Borbones en Pelota. En 1996 fue la secretaria de la Coordinadora del Homenaje a las Brigadas Internacionales, siendo Santiago Álvarez presidente.
En 1997 fundó la Asociación para la creación del archivo de la Guerra Civil, las Brigadas Internaciones, los Niños de la Guerra, la Resistencia y el Exilio (AGE). En 1998 organizó y coordinó el Congreso Internacional sobre el exilio español, celebrado en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y también la Caravana de la Memoria que recorrió el Estado -también llegó a Euskadi- “demandando el reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo”, enfatiza. A lo largo de los últimos años ha participado en numerosos encuentros de ámbito estatal e internacional sobre derechos humanos. “Dedico mi tiempo y esfuerzo a rescatar archivos en situación de riesgo mediante un acuerdo con el Arxiu Nacional de Catalunya, en cuya sede se depositan, digitalizan, conservan y están a disposición de la investigación pública”, explica.
PREMIO El galardón Pozu Fortuna nació con el objetivo de distinguir a las personas o entidades que se esfuerzan “por conseguir un mundo más libre, fundamentado en la paz y la concordia, y también como homenaje a las víctimas del franquismo”. Cabra asiente: “Este enclave tiene el penoso honor de ser uno de los puntos negros de la represión falangista. Los historiadores aseguran que es imposible cifrar el número de cuerpos arrojados al trágico pozo turonés, que desde hace unos años se ha convertido en un lugar de peregrinación para el recuerdo”, ilustra.
Pasado, presente y... ¿cómo ve Dolores el futuro? ¿Ha perdido España una ocasión única para que el PSOE obviara los Pactos de la Moncloa y se hubiera mantenido republicano antimonárquico? “La situación en estos tiempos es fascinante desde el punto de vista político. Por fin parece que podemos romper el bipartidismo y activar las redes y los canales de opinión y reivindicación ciudadanas. Desde el punto de vista de la vida cotidiana y cómo afecta en esta la economía y la corrupción me parece que es como si estuviéramos sumergidos en aguas procelosas y oscuras que dejan huella profunda y resultados negativos por la quiebra de valores, y desde el punto de vista de los derechos humanos, la anulación de la justicia universal pone al borde del precipicio el sentido de lo justo que caracterizó a este país desde la llegada de la democracia, que sigue estando en deuda con las víctimas del franquismo y sin reconocimiento para los últimos soldados de la República: el movimiento guerrillero antifranquista”, concluye.